La terapia cognitivo conductual se enfoca en identificar cómo se relacionan nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestras conductas. Entender la relación entre estas tres, nos permite identificar patrones (que aprendimos en algún punto de nuestra vida) de cómo interpretamos, enfrentamos y nos comportamos en nuestro día a día. Cuando logramos identificar estos patrones, podemos enfocarnos en las áreas que deseamos mejorar o modificar.
Por ejemplo conductas que ya no son funcionales para nosotros. También, ayuda mucho en la identificación de las emociones y la regulación emocional al saber cómo estas están influyendo directamente en nuestros pensamientos y vive versa.
>> Sofía Gónzalez terapeuta cognitivo conductual

El chupón no es malo sin embargo NO causa problemas de lenguaje. Puede causar problemas de pronunciación en casos de uso prolongado ( a partir de los 2 años) . El uso prolongado puede ocasionar mordida abierta, cambios en la forma de la parte superior de la boca, modificar alineación de los dientes. Si vas a usar chupón se recomienda eliminarlo a partir de los 18 meses y solo en momentos específicos como dormir.
>> Nurit Becker terapeuta de lenguaje

Lo primero que hay que hacer es descartar que haya problemas de audición, generalmente se hacen pruebas de audición cuando nacen, verificar que si escuchan.
A los 2 años está muy chiquito para ir a terapia de lenguaje.
2.- Lo segundo está consciente de que debemos pasar un rato con nuestros hijos para estimular su lenguaje, dar un tiempo de calidad y tratar de no usar todo el tiempo los dispositivos digitales para que se entretengan.
3.- Lo tercero, si ya tenemos el gusanillo sobre el lenguaje de nuestros hijos y sentimos que no se está comunicando, es estar más consciente, pondría como máximo 2 años 8 meses para consultar a un especialista.
>> Dalit Ozover terapeuta de lenguaje y habla

La paciencia no es algo que nos “llegue”, es algo que como mamás tenemos que construir. Te invito a que revises qué situaciones detonan que tu explotes (seguramente es cansancio) y haz algunos pequeños cambios en tu rutina para anticiparte a esos momentos de caos.
>> Susana Vega especialista en crianza respetuosa

Lo primero es observar si es algo pasajero ya que nuestro apetito varía todos los días, o si es una situación repetitiva en la que el niño se siente incómodo interactuando o comiendo alimentos diferentes a sus favoritos. No todos los niños que no comen son iguales, dependiendo de la edad puede ser que este en un proceso de aprendizaje porque comer es algo que aprendemos a través del ambiente en el que lo hacemos y del ejemplo de las personas con las que comemos, puede ser que este en la edad en la que los niños empiezan a rechazar alimentos que si comían, y tenemos a los comedores selectivos donde regularmente rechazan alimentos, esto se dividen en rangos y van desde el grado “normal” hasta un comedor selectivo extremo.
En cualquiera de estos casos, lo primero que debemos hacer es: Nunca dejar de ofrecer, aunque no se lo coma queremos que este en contacto con los alimentos para que los conozca y se vaya familiarizando con ellos. Esta estrategia de alimentación no tiene nada que ver con ofrecer alimentos, pero queremos darle prioridad a las comidas en familia, entre más veces puedas comer con tus hijos mejor, estas comidas deben de ser sin distractores, es decir no iPad, no teléfono, no tele. Para darle importancia a lo que es verdaderamente importante de este momento que es quien está alrededor de ti. Procura bajar el estrés en la mesa y eliminar la presión por que prueben algo o se terminen el plato.
Ofrece platos variados, es decir si tu hijo quiere nuggets, sírvelos junto con fresas, pepinos, pan con crema de cacahuate, así tu te estás encargando de ofrecer una alimentación variada con todos los grupos de alimentos. Come con gusto los alimentos que quieres que coman tus hijos para que seas su mejor ejemplo. Ayudarle a un niño a comer bien o a superar su selectividad es un proceso, no hay estrategias mágicas, ni recetas que lo solucionen de una forma rápida. Pero en cualquiera de los casos por los que no comen estos 5 puntos son la base para poder ayudarlos a comer mejor y a tener una buena relación con los alimentos.
>> Paola Clark especialista en alimentación

Recomendamos que durante el embarazo tomen Lýsi Pescado, el que no contiene vitaminas, y que tomen una cucharada cafetera diariamente, que son 5 ml. 

Algunos ejemplos donde puedes identificar si tu hijo tiene una alteración sensorial en los sentidos:
 -Alteración visual le cuestan las luces, o se distraen con cualquier cosa.
-Auditivo se asusta muy seguido con ruidos .
-Gusto les da asco algunas texturas.
-Olfato huelen todo antes de comérselo.
-Tacto no soportan texturas , etiquetas.
-Propioceptivo le gusta estar constantemente en el piso, puede ser muy brusco o choca con cosas.
-Vestibular problemas para subir al columpio, se marean muy fácil.
  Algunos Signos básicos de bebés son :muy irritables todo el día, lloran mucho, duermen demasiado, no les gusta bañarse, o rechazan papillas. 
>> "Martha Elena Valverde, terapeuta de neurodesarrollo e integración sensorial"

Los implantes para aumentar el tamaño del pecho no suelen afectar la producción de leche materna durante la lactancia, salvo que la operación se haya realizado a través de la areola, en cuyo caso, si podrían afectar.
• • Es raro que la cirugía la hagan a través de la areola, por lo que normalmente no afectan la producción de leche materna.
• • Existe mucha información actualizada, basada en numerosos estudios, en la que podemos destacar algunos riesgos o complicaciones para la lactancia materna cuando una mamá tiene implantes.
• • A continuación les enlisto algunos:
• 1. Según el tipo de cirugía que se haya realizado, podría haber pérdida de sensibilidad y capacidad eréctil de la areola-pezón o afectarse alguna terminación nerviosa, con lo que podría afectarse la producción de leche materna.
• 2. Dolor en el pecho por la presión del implante.
• • En el caso de REDUCCIÓN de glándulas mamarias, si existe mayor probabilidad de problemas para producir leche materna ya que al operar a través de la areola, se podrían cortar conductos de leche o nervios, alterando la recepción del estímulo a la hipófisis que es la parte del cerebro (del tamaño de un chícharo) que se encarga de producir la leche materna.
• Sin embargo, hay muchísimos casos de lactancias exitosas después de dicha intervención cuando la misma estuvo bien hecha. Por lo que no dejen de iniciar la lactancia porque tengan reducción de glándula mamaria!
>> Maria Eugenia López Asesora en lactancia

A partir de los 6 meses y tan pronto el bebé tenga buen control de cuello y tronco, está listo para empezar a facilitar el gateo.
>> Martha Elena Valverde fisioterapeuta